Tostitos® es el nombre comercial de una botana que consiste en frituras de maíz,
redonditas y aplanadas (tipo nachos), y es la base de una elaborada y curiosa
mezcla llamada “tostilocos”, que va más allá de la marca y ya casi es de dominio
popular ¡por estar en boca de todos!
Cuando pregunté dónde comenzó la tradición, unos decían que en Guadalajara,
otros que en Talpa, Jalisco; otros, que es una receta creada en los estados del
noroeste… cada quien se adjudica este invento. Lo que es cierto, es que en mis
recorridos por la República Mexicana, me he encontrado con una gran variedad de
preparaciones y variaciones en el nombre según el estado, pero la mayoría
coincide en los siguientes elementos utilizados: cueritos de cerdo, pepino,
cacahuates japoneses, chile molido, chile líquido, limón verde y chamoy.
Hace mucho tiempo que no disfrutaba de estos sabores juntos, y cada que los
recuerdo se me hace agua la boca. Siempre que los como, el primer bocado me
parece muy ácido, debido al chamoy, pero empieza a haber un contraste con el
picante, la frescura del limón, el, podría decirse, “dulzor”, de los cacahuates… Te
provocan que hagas gestos aun sin quererlo, pero no puedes dejar de comerlos.
¡Los tostilocos son adictivos!
Muchos dirán que es un alimento chatarra, que los niños no deberían consumirlos,
pero, si te fijas bien cómo los preparan en el video, también tienen su parte
saludable: las vitaminas y minerales de las verduras, las proteínas de los
elementos de origen animal y de los cacahuates…
En fin, esta combinación es muy loca, como su nombre lo indica, pero
definitivamente ¡muy sabrosa! Yo me los como con todos los sentidos.
¿A ti te gustan los tostilocos? ¿Dónde fue la primera vez que los probaste?
Déjame tus comentarios.