Sería un pecado venir a Salamanca, Guanajuato, y no disfrutar la deliciosa nieve de pasta de Don Cuco, el helado más famoso y tradicional de esta ciudad.
Su mezcla perfecta de sabor vainilla, jerez y nuez fue bautizada como “de pasta” por su proceso artesanal, en el que hay que estar sacudiendo el bote donde está la mezcla de la leche con los demás ingredientes, hasta lograr una consistencia pastosa.
Este interesante sabor me hizo recordar mi niñez, pues de vez en cuando me preparaban por las mañanas un energético licuado que llevaba leche recién ordeñada, huevo, unas gotitas de jerez, extracto de vainilla y azúcar.
No cabe duda que los sabores que uno guarda en su memoria, los que remontan a la infancia, hacen recordar vivamente la propia historia. Ellos son capaces de marcarnos y, en algunos casos, de despertar deliciosamente una memoria de un lugar en el que nunca estuvimos, simplemente por su similitud con otro sabor que nos recuerda a uno delicado y familiar, como me sucedió en este caso.
Es fascinante nuestra capacidad de asociar sabores con vivencias, así que me despido encantada por este riquísimo gusto en la boca y en la memoria, no sin antes agradecer a Édgar por continuar con esta exquisita tradición que ya tiene 100 años y que está para disfrutarse ¡con todo sentido!
El domicilio de nieves artesanales Don Cuco es Ezequiel Ordóñez 122, Salamanca, Guanajuato.
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