A Puebla (oficialmente Puebla de Zaragoza) se le conoce popularmente como «Puebla de los Ángeles»; así la nombraron al fundarla en 1531 debido a una hermosa leyenda que dice que los ángeles diseñaron su trazo. También se le llama “el relicario de América», por la belleza de su arquitectura religiosa.
La Catedral de Nuestra Señora de la Inmaculada Concepción es el monumento más representativo de la ciudad de Puebla, contiene innumerables tesoros de riqueza artística e histórica, además de ser la catedral que tiene las torres más altas del continente americano, y se considera una de las más bonitas del mundo.
Para que te deleites con el mejor exponente del barroco mexicano, visita la iglesia de Santo Domingo y su Capilla del Rosario, considerada la mejor expresión de este estilo artístico en nuestro país. La biblioteca Palafoxiana, considerada la primera biblioteca pública de América, es otra joya de interés histórico y cultural que merece una dedicada visita.
Otro sitio interesante de observar en la ciudad es la Plazuela de los Sapos, rodeada por casas típicas virreinales, y donde ahora encontrarás una variedad de artesanías y restaurantes para disfrutar de la tradicional ciudad.
Si tu interés es más bien histórico, visita el Museo de la Revolución, en la casa de los hermanos Serdán; o si quieres irte un poco más atrás en la historia, acude a los Fuertes de Loreto y Guadalupe, donde se libró la famosa batalla del 5 de mayo de 1862, cuando las tropas del general Ignacio Zaragoza derrotaron al ejército francés.
En cuanto a vestigios prehispánicos en el estado de Puebla, están las zonas arqueológicas de Cantona, Tepexi, Yohualichan, Tepatlaxco y Cholula, quizá la más importante, donde verás la Gran Pirámide de Cholula, dedicada a Tláloc, también conocida como Tlachihualtépetl, que significa “cerro hecho a mano”. Esta es la pirámide con mayor superficie de Mesoamérica.
Un gran atractivo ubicado a las afueras de la capital es el zoológico llamado Africam Safari, donde podrás pasear en automóvil mientras conoces a los animales muy de cerca, en un hábitat natural.
En fin, Puebla está llena de sorpresas, sin dejar de lado las culinarias. No he conocido a ningún poblano que no se sienta orgulloso de su riqueza gastronómica. A mí me dejó fascinada la diversidad de hierbas, especias, sabores, olores y preparaciones, y sus dulces tradicionales, como los famosísimos hechos de camote, tan deliciosos que es difícil decidirse por uno.
Conoce un poco más de Puebla en su sitio oficial: http://www.puebla.travel/es/puebla
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