Chicharrones y frituras Roxy, de Celaya
Lo que más extraño cuando estoy fuera de México son sus puestos ambulantes, los colores, olores, texturas y sabores de lo que venden; la forma de llamar a las mujeres que pasean por ahí: «pásele, güerita»; la costumbre de recorrer las plazas los domingos, de visitar cada puesto: de elotes, tamales, nieve… Esto es solamente una pincelada de lo que puedes encontrar en cualquier rincón de este país; te aseguro que la experiencia no tiene precio, así como los contrastes de sus sabores.
En esta ocasión, en Celaya, Guanajuato, me deleité en el puesto de chicharrones y frituras Roxy, comiéndome unos duros con cueritos, pico de gallo, limón y chile. Nunca los había probado y son riquísimos.
Si pasas por Celaya, Roxy es una parada obligada, pues sus preparaciones son una tradición que enloquece tanto a niños como a quienes conservamos despierto a nuestro niño interior, ¡y a quienes sabemos disfrutar con todos los sentidos!
