La canela un placer para todos nuestros sentidos
Seguimos por la huasteca Potosina. Llegando a la comunidad de Paguayo en el barrio de San Juan Tlajumpal, Municipio de Matlapa, caminando unos pocos metros, nos encontrarnos con Don Paciano, o como le dicen cariñosamente “el de la canela”, “el perfumado”.
El aroma de la canela nos guiaba hacía la plantación. Mientras subíamos, sentíamos el calorcito y la humedad, en ese lugar tan verde y tan vivo. Delicioso recorrido entre los árboles frutales propios de esta región, con su clima tropical, donde la canela aun no siendo típica de esta zona se adapta a la perfección.
Don Paciano, al igual que varias generaciones de su familia, se dedica a la plantación de naranjos. Desde el 2003 y a sus 75 años de edad, ha conseguido involucrar a toda su familia en el cultivo y producción del árbol de la canela, de tal forma que hoy, parece haberlo hecho durante toda su vida.
El cariño que pone Don Paciano a su oficio, es lo que me enamoró de esta experiencia. Su trabajo artesanal siempre acompañado de una sonrisa, así como el maravilloso aroma que desprende la canela, me transportaron a mi niñez… disfrutando con todo sentido y con todos los sentidos ¡La canela un placer para todos nuestros sentidos!