Mole poblano
En mi viaje a Puebla, buscando semillas de pápalo, seguí el rastro de un aroma delicioso que me llevó hasta la fábrica del Súper Mole Belén.
El mole, el pipián, el adobo y todo lo que hacen aquí es exquisito; se notan su sabor casero y su elaboración artesanal. Los ingredientes que utilizan me hicieron recordar mi infancia, qué grata sorpresa me llevé cuando don Ricardo Romero Gómez, el propietario de la fábrica, al dejarme grabar la preparación del mole almendrado, me mostró que utilizan las tradicionales galletas de animalitos y el chocolate en polvo de Pancho Pantera, entre muchos otros elementos.
El negocio empezó en 1945 con la elaboración de uno de los más espectaculares moles poblanos, en el local contiguo al que se encuentra hoy. Aún conserva el molino con el que comenzó, hecho de piedra, que trabaja durante tres horas sólo para integrar los ingredientes y hacer que tomen la consistencia pastosa que se requiere. Disfruté cada minuto intensamente, por momentos necesitaba cerrar los ojos para percibir plenamente cada una de las esencias que se desprendían del molino.
Me encantan los negocios familiares que cuidan el esfuerzo de los padres y los antepasados que con dedicación y tesón se abrieron camino en el mercado. En este caso, ya va en la tercera generación, comenzando la cuarta, y no se han perdido ni el proceso ni el sabor de antaño.
Todo lo que preparan en esta fábrica es delicioso: mole almendrado, mole sin almendra, mole sin grasa, mole sin azúcar, mole en polvo, pipián verde y rojo, adobo…
¡Me encantaría que exportaran sus productos a España, para que en cada despensa la gente tuviera un pedacito de Puebla!
Sigo recordando el mole, esta tradición tan poblana, con todos los sentidos.
Toma nota:
Súper Mole Belén
https://es-es.facebook.com/SUPER-MOLE-BELEN-200697879992263/
Av. 14 Poniente 703-C, Puebla, Pue.
México